Son células de nuestro propio cuerpo que se saltan a la torera las órdenes que le llegan desde dentro y desde fuera para que sigan siendo ¡células normales! Pero algo falla en la cadena de mando y deciden duplicarse a la brava. Y si de cada una salen dos, de éstas, cuatro, y de éstas, ocho, dieciseis, etc… Total un montón de células creciendo descontroladas. Pero lo peor viene cuando las células se saltan la barrera donde están creciendo. A ver. Sois células activas y en constante división (aviso para el buscador del gobierno, no hablamos de grupos terroristas… pero casi), de acuerdo, pero deberíais seguir siendo células de pulmón (por ejemplo) y permanecer en el pulmón. Cuando las células “escapan” del órgano donde se encontraban, empiezan los problemas. Ya hemos entrado en la metástasis. Si una célula ha podido derruir la barrera de su órgano, pocas cosas les impiden ya llegar a otros y “colonizarlos”. Y aquí ya no hay broma que valga.
De El empujoncito que les falta